Con frecuencia me pregunto como una persona que forma parte de una sociedad, de una cultura, de un país, como un habitante de este hermoso planeta azul ¿hacia dónde vamos, hacia dónde deberíamos de ir, en qué parte del camino nos desviamos, qué queremos de la vida, en dónde nos perdimos?
Imagino no ser la única que se plantea ésto día a día ante la incertidumbre que sentimos cuando escuchamos o miramos lo que pasa a nuestro alrededor.
Imposible tarea tratar de abstraerse a las tragedias, guerras, abusos, maltratos, indolencia y hasta de la banalizacion de la vida y muerte y un sin número mas de acontecimientos alrededor del mundo.
Muchas cavilaciones me llevan a creer que el hombre esta enfermo y, de manera incurable por el momento, padece una enfermedad que se llama “deseo de dinero y poder”, creo que éste es el meollo de todo.
Cotidianamente vemos como el deseo de tener, de poseer es cada vez mayor tratando de obtenerlo a cualquier costo, haciendo a un lado el gozo de la vida misma, ¿cuando nos perdimos?
Nos perdemos de la dicha y del gozarnos como personas, extasiarnos con lo que la naturaleza nos regala, de amarnos, nos desviamos en el tratar de ser mejores seres humanos, nos perdemos de la felicidad que deberíamos estar obligados a disfrutar y, vamos cada vez mas rápido a estados de frustración, preocupación enojo, envidia, desazón, tristeza, desesperación, incertidumbre…y algunos al suicidio.
Llegamos al mundo sin nada y al final del camino cuando la huesuda, la gran niveladora social, la que nos empareja a todos dentro en un cajon de madera donde no habra ni dinero ni poder que nos acompañen en el viaje al Hades, a donde tan solo seremos llevados por Caronte atraves del río Aqueronte … simplemente como equipaje llevaremos el placer de haber vivido, de haber amado, de haber existido.
Ojalá algun día reflexionemos y evolucionemos como especie antes de re-ligarnos con el cosmos.
inghilt∴
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